Instinto

Las visitas de Marco al club acaban por pasarle factura y decide enfrentarse a sus propios fantasmas de la única manera en la que puede hacerlo. Para ello, deberá visitar la casa donde todo empezó y donde se esconde la verdad.

Después del accidentado rescate de José, Marco ha decidido que viva en su casa. Cuenta con el apoyo de Carol pero tendrá que luchar por la custodia frente al centro de menores y frente a Laura, quien busca como sea recuperar la relación con su hijo.

José ha desaparecido. Después de ser alejado de Carol, entró en crisis y ahora nadie en el centro de menores sabe a dónde ha podido ir. Carol debe acudir hasta allí pese a su reciente inhabilitación y hacer todo lo posible por encontrar al joven.

Marco se somete a una sesión de regresión con Pol para descubrir, a través de la hipnosis, el trauma que envuelve su pasado. Mientras, Sara se ve obligada a ser tratada también por el psiquiatra si quiere que éste trabaje con su paciente.

A los ataques de ansiedad de Marco se le han unido unas pesadillas cuyo significado no es capaz de descifrar. Buscará apoyo en Sara, quien, superada por el grave estado de su paciente, decide recurrir a una ayuda externa.

La aparición de su madre ha trastocado la vida de Marco, que ahora tratará de hacer frente a esta nueva situación con ayuda de Sara, su psicóloga, dispuesta a llegar a donde haga falta para explicar la razón de los ataques de ansiedad de su paciente.

Tras recibir una misteriosa llamada de su madre, Marco se muestra inquieto y ansioso y tratará, a duras penas, de que ese estado no repercuta en su trabajo. Sin embargo, la situación en Alva ya es complicada de por sí.

Marco es atractivo, inteligente y muy rico, propietario junto con Diego, su socio inversor, de una empresa automovilística en pleno auge a la que numerosas compañías internacionales sueñan con echar mano.